By Jenni Wirtz | 29 March, 2019


En 1903, se establecieron marcas tan icónicas como Ford Motor Company, Harley Davidson o el Atlético de Madrid, Vauxhall comenzó la producción de vehículos, los hermanos Wright tomaron su primer vuelo y se inauguró el Tour de Francia. Este mismo año fue también cuando se fundó Borg & Beck.

Charles Borg y Marshall Beck se unieron para crear la compañía Borg & Beck en Moline, Illinois, originariamente fundada para desarrollar máquinas automáticas para la fabricación de ejes para carros.

En esa década, comenzó el auge de los fabricantes de automóviles y en la misma ciudad había un fabricante llamado Velie. En la primavera de 1909, un ingeniero de Velie le preguntó al hijo de Charles, George, que sabía sobre el funcionamiento del embrague. George contestó que sabía que es un componente del automóvil y una fuente constante de problemas.

Después de una breve explicación, el ingeniero le dio a George un plano de un embrague, centrando su atención en la prensa. Le explicó los problemas que tenían con sus proveedores existentes, lo cual estaba interrumpiendo la producción del vehículo y preguntó si podían mecanizar una rosca macho en el interior de la carcasa.

George previó una gran oportunidad para entrar en la creciente industria del automóvil y sugirió que les enviaran los moldes. Una hora después de la reunión, se entregaron las piezas fundidas y George le preguntó a su mecánico, Gus Nelson, si se podía hacer. El trabajo ciertamente no era tarea fácil, pero en un par de horas, las prensas del embrague estaban listas y la rosca perfecta.

Al día siguiente, con las cotizaciones para futuros pedidos preparadas, George entregó las prensas y, en la inspección, los ingenieros de Velie comentaron que era uno de los mejores trabajos que habían visto. Ya pensando en todos los beneficios que se podrían obtener, George se sorprendió cuando Gus explicó que, aunque estaba feliz de ayudar con las muestras, él era un fabricante de herramientas y no podía estar todos los días en un torno. Habiéndose comprometido con el trabajo, le pidió a sus otros mecánicos que realizaran el trabajo. Aunque sus habilidades no eran comparables con las de Gus y el trabajo era más lento, después de algunos intentos fallidos, el trabajo se completó, ¡aunque sin obtener los beneficios previstos!

Algún tiempo después, después de recoger los planos de Velie por 50ª vez, George tuvo una inspiración. Llamó a Marshall Beck y le explicó que, como la compañía tenía problemas financieros y los mecánicos no eran lo suficientemente buenos como para mecanizar la rosca en las carcasas, tenían que diseñar una nueva solución para el embrague existente. Identificaron como principales problemas el rápido desgaste de los forros, el agarre no uniforme y el patinado. Y con ello, George, Marshall y su mecánico Gus, trabajaron día y noche hasta conseguir su sistema de embrague alternativo.

De los diseños en papel pasaron a los patrones de madera, luego a las piezas de fundición y, finalmente, una muestra completa. Gus lo ajustó con un par de ejes cortos, sujetó un extremo a un mandril y unió una polea al otro. Desde la polea, corrió una correa a la transmisión de una máquina y conectó una palanca de acero a una "horquilla" de separación, de tal modo que pudiera ser activada manualmente. George encendió el mecanismo, Gus soltó la palanca, un resorte empujó los forros hacia adelante comprimiendo los discos y la máquina comenzó a girar.

¡Estos tres hombres, que nunca habían viajado en un automóvil, habían inventado el primer embrague para un vehículo motorizado!

Era solo un prototipo, tenía que desarrollarse y probarse más, así que George le preguntó a su padre si podían conseguir un automóvil. Sin embargo, sin los fondos suficientes en la empresa, George compró uno de segunda mano.

Después de desmontar el embrague existente, Gus mecanizó algunas conexiones e instaló el nuevo embrague. Como ninguno de ellos había conducido antes, la decisión de quién iba a conducir el prototipo se tomó tirando una moneda y Gus fue el afortunado.

Después de consultar el manual para ver cómo encenderlo, presionó el pedal y puso el auto en marcha. Cuando entró el embrague, ¡el auto se fue y se estrelló contra una pared de ladrillo! Gus resultó ileso, pero ¡el embrague funcionó!

A partir de entonces, Borg & Beck se dedicó a la fabricación del embrague, siendo el primer cliente la compañía Thomas B Jefferey de Kenosha, Wisconsin, que necesitaba una solución para el Jeffery Quad, un camión con tracción a las cuatro ruedas utilizado por el ejército. Estaban a punto de perder el contrato de suministro de vehículos debido a los problemas de embrague, pero el embrague de Borg y Beck sería su salvación, reemplazando la configuración poco confiable del embrague de cono. Este nuevo embrague de Borg & Beck se probó en todos los terrenos, con una duración de más de dos años, algo inaudito en aquellos días. Los pedidos aumentaron y Thomas B. Jefferey Company pasó a adaptar el embrague Borg y Beck a otros automóviles.

En 1931, Borg & Beck Company Limited se instaló como Automotive Products en el Reino Unido para fabricar embragues bajo patentes estadounidenses de Borg & Beck. Esto permitió a la compañía vender embragues de Borg & Beck en Gran Bretaña y en el Imperio británico (excepto Canadá). La compañía se convirtió en el principal fabricante y proveedor de embragues del Reino Unido, y llegó a fabricar más de cuatro millones de embragues al año durante los años 70. Durante ese período, más del 85% de los vehículos fabricados en el Reino Unido montaban un embrague Borg & Beck, muchos de los cuales todavía se mantienen en las carreteras hoy en día.

En 2006, Borg & Beck fue comprada por First Line Ltd, que ha invertido mucho en el desarrollo de nuevos productos. Hoy en día, Borg & Beck se enorgullece de ofrecer una amplia gama de embragues para clásicos británicos, más de 250 aplicaciones con una gama de más de 40 kits y 75 componentes que permiten a los clásicos mantener la marca con la que originalmente se equipó el vehículo.

La gama Classic Clutch es solo una parte pequeña pero importante de la oferta general de Borg & Beck. Con una extensa gama de más de 37,000 referencias, en más de 60 líneas de productos, el portafolio de Borg & Beck es uno de los más extensos del mercado de recambios para automóviles, derivados e industriales, tanto clásicos como modernos. Además, todos los productos están cubiertos con una garantía completa de 2 años contra defectos de fabricación.


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